Éste artículo te enseñara los tres pasos fundamentales para
cimentar una buena estructura de ventas que garantice ingresos para nuestros
negocios… y de forma creciente y continua.
Hay tres claves identificadas que funcionan como los
engranajes de una maquinaria imbatible; la cual nos generará todo el dinero que
deseemos.
1. Que nuestros clientes nos compren a nosotros…
y no a la competencia.
Sobre este
punto es importante acotar que esto no solo aplica para empresas nuevas, sino
que igual de válido para empresas ya posicionadas en el mercado, ya que la
competencia siempre existirá y si usted no tiene más hambre de ventas que sus
competidores… ellos harán banquete con usted.
Enfocarse no
en la primera venta… sino en la segunda y en las que vendrán después de ella,
ya que un cliente que regresa a comprar, es uno que se sintió satisfecho y
feliz en la última ocasión. Hagamos uso de los recursos que sean necesarios para
asegurarnos de que los clientes sepan que existimos y de que lleguen a nuestra
esfera de influencia para cerrar ventas.
Para ello utilicemos un plan de mercadeo que asegure la
afluencia constante de nuevos clientes.
2. Que nuestros clientes nos
continúen comprando
Debemos
tener un sistema de ventas orientado a satisfacer las necesidades de esos
clientes nóveles, de manera que siempre nuestro porcentaje de segundas ventas
sea alto.
Los clientes
son desleales y nosotros; nuestros productos; y nuestros servicios no les
importamos para nada.
Todo lo que
les interesa es que satisfagamos sus necesidades y que mejoremos sus vidas.
Si no logramos estos dos objetivos en ellos,
irremediablemente el cliente buscará alguien más que lo haga.
3. Que nuestros clientes nos recomienden e
inclusive traigan a sus amistades
Cuando
nuestro sistema de mercadeo; ventas; y atención a las necesidades de nuestros
clientes funciona correctamente, lograremos el objetivo máximo de cualquier
vendedor: recomendaciones. Cuando una persona se toma la molestia de recomendar
nuestros productos o servicios, es porque se siente plenamente satisfecho por
nuestro trato hacia él en el pasado y plenamente confiado de que haremos lo
mismo con esas personas tan queridas para él: es como si nos abriera las
puertas de su casa y nos brindara su hospitalidad.