Algunos de los emprendedores más potentes que conozco no
tenían ni carrera universitaria ni formación al uso. La mayoría de hecho no saben de finanzas, no tienen carísimos
MBAs, ni han trabajado en puestos de dirección.
Pero sí es cierto es que existen ciertos rasgos o
habilidades que, aunque en absoluto garantizan el éxito si que comparten muchos
emprendedores de éxito… y por algo será:
Creatividad
Capacidad para
detectar oportunidades
Habilidad
comercial
Liderazgo
Empatía con el
cliente
Visión
Capacidad para
resolver problemas complejos
Comunicación
Sacrificio y
Resiliencia
Y seguro que dejo muchas. De esta lista, seguro que alguna
de las capacidades son innatas, y hemos nacido con ellas… pero seguramente no
todas. Y aunque existen muchas formas de conseguir aprender estas capacidades,
en mi opinión la mejor forma está clara:
Aprender haciendo.
O dicho de otra forma, aprenderlas en un trabajo, ponerlas
en práctica todos los días y refinarlas… lo que me lleva a responder a la duda
sobre si hace falta experiencia laboral o no para emprender. Pues aunque no es
imprescindible, si es muy aconsejable por varias razones:
Aprendes con el
dinero de otro: Emprender y fracasar son dos situaciones que van de la mano, y
que hay que aceptar desde el principio… y qué mejor que aprender y equivocarte
en una empresa
Tienes compañeros
de los que aprender: Liderar una empresa es algo complicado, y a nadie nos
enseñan a trabajar con más personas, y menos a liderarlas… así que nada mejor
que tener compañeros referentes con los que aprender qué debemos hacer… y qué
no.
Aprendes de
verdad: haciendo: Aunque existen cursos de resolución de conflictos, de
liderazgo y de casi todo, la realidad es que son estupendos una vez lo has
probado y te has dado cuenta de lo que no sabes…. pero como decíamos antes, la
mejor forma de aprender es ensuciándote las manos y peleándote en el mundo
real.
En resumen, sí, creo que es muy aconsejable invertir los
primeros años de la vida laboral trabajando para otro y adquiriendo las
competencias necesarias (pero no demasiados o podrías quedar atrapado en la
carrera de la rata).