1. Amables. Es la
característica número uno de un vendedor, les permite socializar y ganarse la
empatía de otros.
2. Ambiciosos. La
gente dedicada a ventas se enfoca en objetivos y tiene la determinación de
alcanzar el éxito.
3. Seguros. Un
buen vendedor está acostumbrado al rechazo y sabe recibir un ‘no’ como un reto
y no como algo personal.
4. Apasionados.
Sienten un verdadero compromiso con su trabajo y salen a hacerlo con pasión.
5. Independientes.
Saben cómo tomar la iniciativa e identifican por sí mismos los pasos necesarios
para alcanzar el éxito.
6. Trabajadores.
Concentrados en conseguir sus objetivos, los vendedores nunca le temen al
trabajo duro.
7. Disciplinados.
Saben que para cerrar una venta es necesario ser constantes y dedicados, no
dejan nada para después.
8. Positivos. Su
misión es tornar lo negativo en positivo, por lo tanto siempre muestran una
buena actitud.
9. Persuasivos.
Capaces de ponerse en el lugar del otro e identificar sus necesidades, ejercen
influencia sobre las personas para convencer.
10.
Adaptables. No
le temen al cambio ni a una forma distinta de trabajar.